Texto actualizado el 06.05.2021

La caída excesiva del cabello, generalmente muy acelerada, es un problema que sufren tanto los hombres como las mujeres. Si no pierdes más de 100 – 150 cabellos al día, se trata de un proceso natural y no hay de qué preocuparse. De lo contrario, podemos estar ante una de las variedades de alopecia, que primero debe ser diagnosticada adecuadamente, preferiblemente con la ayuda de un tricólogo, y luego proceder al tratamiento. La caída del cabello puede tener varias causas, algunas de ellas son culpa nuestra, olvidando que necesitan vitaminas y minerales, que deben ser aportados con la alimentación o con suplementos dietéticos.

La caída del cabello es una enfermedad, que debe ser contrarrestada tan pronto como se noten sus primeros síntomas. En primer lugar, afecta negativamente al estado del cabello, afectando a su estructura, haciéndolo quebradizo y frágil. También tiene un impacto en la salud del cuero cabelludo, y las razones más comunes son:

La investigación científica ha demostrado desde hace tiempo que podemos cuidar mejor nuestra salud aportando diariamente vitaminas y minerales en dosis cuidadosamente seleccionadas. También debemos acordarnos de ellos, cuidando la salud y el aspecto del cabello, porque son ellos los que le dan un brillo y una esponjosidad únicos. Gracias a ellos, el cabello se vuelve fuerte, resistente a los daños y a los factores atmosféricos, y así se fortalece y deja de caerse. Los especialistas en enfermedades del cabello y del cuero cabelludo, tricólogos y dermatólogos, recomiendan utilizar toda una serie de vitaminas, entre las que se encuentran:

También conocido por otros dos nombres, retinol o beta-caroteno, interviene en los procesos de formación de nuevas células, incluyendo el cabello y la piel. Es responsable de la función de las glándulas sebáceas, regula la secreción de sebo, cuyo exceso provoca el acné, elimina los radicales libres y sus deficiencias conducen rápidamente a la fragilidad del cabello. Se encuentra en los pescados grasos, preferentemente de mar, el hígado, los productos lácteos, las espinacas, las zanahorias y los tomates.

También llamada vitamina PP, es la principal responsable de la salud del cuero cabelludo. Mejora la microcirculación en los folículos pilosos para que estén mejor nutridos, el cabello deje de caerse y la piel se libere de irritaciones e inflamaciones y se regenere más rápidamente. La vitamina PP está presente en las legumbres, las nueces, las almendras, el salvado de trigo, la avena, los tomates, el brócoli y los plátanos.

Una de las vitaminas B más importantes, sin la cual no sería posible la síntesis de la queratina, el componente básico del cabello. Además, fortalece el cabello, lo hace resistente a la humedad y a los cambios de temperatura, y lo hidrata adecuadamente en toda su longitud. Previene el encanecimiento del cabello, acelera su regeneración, retrasa los procesos de envejecimiento de la piel, alivia sus rojeces e inflamaciones. Lleva leche, yemas de huevo, miel, nueces, avellanas y ajo.

A menudo se presenta como vitamina H, que necesitamos para tener un cabello fuerte, brillante y sano. Es imposible que el cuerpo funcione correctamente sin ella, ya que afecta a muchos aspectos de la salud. Participa en el metabolismo del cuero cabelludo, produce enlaces elásticos de azufre que aseguran la fuerte estructura del tallo del cabello. Como resultado, el cabello crece más rápido, no se rompe ni se vuelve quebradizo y no tiene puntas abiertas.

La biotina también garantiza el buen funcionamiento de las glándulas sebáceas, lo que evita el cabello graso y la dermatitis seborreica. Sus fuentes recomendadas son de nuevo los productos lácteos, las semillas de girasol, la levadura, el hígado, las espinacas y los productos de harina integral.

La importancia de esta vitamina B para el cabello no debe subestimarse , especialmente en el caso de las mujeres, para quienes la caída del cabello es un problema mucho más grave que en el caso de los hombres. El ácido fólico no sólo es eficaz para frenar el encanecimiento, sino que también estimula el crecimiento del cabello al estimular la matriz capilar y participa en la formación de nuevas células. La vitamina B9 también se encuentra en las verduras, principalmente en las de hoja, lechuga y espinacas, pero también en la col, las coles de Bruselas, el brócoli, los plátanos y, de nuevo, en el hígado.

La última de las vitaminas B necesarias para detener y revertir la caída del cabello es la B12, la cobalamina. Forma una barrera protectora alrededor de los folículos pilosos, protegiéndolos de los efectos de la dihidrotestosterona, o DHT, una forma mutada de testosterona, entre otras cosas. Dichos folículos hacen crecer un cabello más fuerte y sano, libre de caspa y no graso, lo que ayuda a mantener el cabello esponjoso. La cobalamina natural se encuentra en el pescado, la carne de vacuno, la carne de ave y los despojos.

Teniendo en cuenta todas las vitaminas y minerales de nuestro cuerpo, ésta es la más importante para la salud de nuestro cabello. Es un antioxidante muy potente, que ayuda a eliminar los radicales libres, causantes de muchas enfermedades, incluido el cáncer de piel. La vitamina C impide que se rompan las paredes de los vasos sanguíneos, gracias a lo cual el cuero cabelludo se abastece mejor de sangre y las raíces se nutren mejor. Participa en la síntesis del colágeno, un material que forma parte de muchos tejidos, incluido el cabello. Se encuentra en los cítricos, las frambuesas, las fresas y nuestro chucrut favorito.

Otro antioxidante que elimina los radicales libres, garantizándonos un cabello sano, debidamente hidratado, sin puntas abiertas. La vitamina E también se encargará de la oxigenación de la piel y del suministro de los nutrientes necesarios, que se pueden obtener comiendo col blanca, perejil, pimientos, granos de cereales, frutos secos, aceites vegetales, girasol, colza o semillas de uva.

Las vitaminas capilares mencionadas anteriormente deben incluirse en toda dieta, pero, por supuesto, también pueden suministrarse en forma de suplementos dietéticos. Su acción previene eficaz mente la caída del cabello, pero se obtendrán resultados aún mejores si se apoya con minerales, y los dos más importantes son:

Se puede considerar con seguridad como el elemento más importante de nuestro organismo, sin el cual ciertamente no podemos evitar la caída del cabello. También es un antioxidante, y sus deficiencias conducen al desarrollo de enfermedades de la piel, incluidas las infecciones por hongos. Interviene en la división celular, gracias a la cual crece nuestro cabello, en la síntesis de la ya mencionada queratina y colágeno y regula el trabajo de las glándulas sebáceas. Se encuentra en productos como la carne, el marisco, los huevos, el trigo sarraceno, los cereales y el arroz.

Los primeros síntomas de su carencia son el debilitamiento visible del estado del cabello, que es seco y, por tanto, quebradizo y frágil, y la caspa es otro síntoma de carencia de silicio. Desgraciadamente, la cantidad de silicio disminuye con la edad, por lo que es necesario aportarlo desde el exterior para mantener una estructura capilar adecuada y fuerte. Las fuentes naturales de silicio son las hortalizas de raíz, como las zanahorias, las legumbres, las judías y el maíz, los cereales, el salvado y la avena.

Como se puede ver en las vitaminas y minerales descritos anteriormente, puede ser difícil componer una dieta adecuada que los proporcione. Por ello, merece la pena suplir las carencias de estos nutrientes con la ayuda del suplemento dietético Folisin, que tiene un excelente efecto sobre la salud del cabello y el cuero cabelludo. Previene eficazmente la calvicie prematura, y mientras cuidas tu cabello, debes confiar en su rica composición, llena de sustancias como: