Té verde: de la lejana Asia a nuestra dieta saludable
No hay nada que levante el ánimo y caliente más las largas tardes de otoño o invierno que una taza de té aromático. La mayoría de las veces bebemos variedades negras o earl grey con aroma de bergamota, pero nuestro cuerpo se beneficiará más si optamos por el té verde, que tiene muchas propiedades valiosas para la salud e incluso para adelgazar. Por lo tanto, vale la pena incluirlo en la dieta diaria de inmediato, aunque el sabor no sea del agrado de todos.
Contents
Té verde: composición y beneficios para la salud
Esta bebida llegó a nuestro continente desde Asia, procedente de la antigua China, donde se conoce desde hace casi 4.500 años. Fue allí donde inventaron el vertido de agua hirviendo sobre las hojas verdes y la elaboración de una sabrosa infusión con ellas, utilizada para aliviar los síntomas de muchas dolencias. Cuando hablamos de té verde, no solemos referirnos a un solo tipo, sino a diferentes variedades, que difieren no sólo en su sabor, sino también en su contenido de cafeína y otros nutrientes. Esta planta es realmente abundante, y encontramos, entre otras cosas:
- un gran número de vitaminas, A, B, vitamina C, vitamina D y E;
- microelementos como el calcio, el zinc, el cobre, el potasio, el flúor y el manganeso;
- potentes antioxidantes, polifenoles y catequinas.
Esta composición repercute directamente en las propiedades saludables del té verde, confirmadas también por médicos de diversas especialidades, que señalan sus positivas propiedades anticancerígenas, o la prevención de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, la apoplejía y el infarto. Se puede utilizar con éxito en el tratamiento de trastornos estomacales, tiene un efecto beneficioso sobre la digestión y el metabolismo, también inhibe la absorción excesiva de colesterol malo o el aumento de los niveles de azúcar en la sangre. Incluso merece la pena apreciarlo por sus propiedades antienvejecimiento, por lo que se puede encontrar en numerosas cremas, geles o incluso tónicos y jabones para el lavado de cara.
Muchos especialistas apuntan a sus propiedades de refuerzo de la inmunidad, gracias a los polifenoles y catequinas que, reforzados con vitaminas, son capaces de protegernos contra la mayoría de las infecciones, especialmente peligrosas en la época de otoño e invierno. Al beber té verde, podemos contar con un aumento significativo de la eficiencia mental, la concentración y la memoria, y el alto contenido de serotonina puede mejorar nuestro estado de ánimo en poco tiempo. Hasta cierto punto, también previene el desarrollo de la enfermedad Alzheimera y retrasa el progreso degenerativo del cerebro de la demencia senil.
Té verde: propiedades adelgazantes y posibles efectos secundarios
Para todos los entusiastas del estilo de vida saludable, el té verde se ha convertido en una parte indispensable de su dieta diaria y, al mismo tiempo, enun componente esencial de cualquier tratamiento exitoso de pérdida de peso, ya que no tiene valor energético y, por lo tanto, no aporta calorías innecesarias al organismo. Sus propiedades adelgazantes se deben a la presencia de polifenoles y catequinas, importantes para la correcta absorción de nutrientes. Estas sustancias también reducen rápidamente el tejido graso al regular y acelerar los procesos metabólicos en el hígado, potenciando la termogénesis, es decir, el aumento de la temperatura corporal, lo que facilita la quema del exceso de calorías. Todas estas propiedades han sido confirmadas por la investigación, pero hay que recordar que los mejores efectos se consiguen bebiendo té por la noche y el de la llamada segunda infusión. La primera infusión tiene un efecto estimulante, por lo que podemos tener serios problemas para conciliar el sueño.
Por supuesto, el té verde, aunque se beba en grandes cantidades, no provocará por sí mismo una rápida pérdida de peso, y esto sólo ocurrirá si se combina con una dieta ligera, de la que eliminemos todo lo que engorde y sea poco saludable. Si nos excedemos, tenemos que contar con algunos efectos secundarios bastante molestos:
- anemia, porque el té verde inhibe la absorción del hierro de los alimentos;
- efecto negativo en el desarrollo del feto, por lo que las mujeres embarazadas no deben beberlo;
- mareos y náuseas, especialmente si interactúa con medicamentos tomados para tratar enfermedades del sistema nervioso;
- aumento de la presión arterial y trastornos del ritmo cardíaco;
- la lixiviación del calcio, que aumenta el riesgo de osteoporosis.
Té verde: ¿en infusión o en pastillas?
Hay muchas formas de consumir el té verde, y se puede decir que cada cultura, no sólo la oriental, tiene la suya. En Asia, especialmente en Japón, hay toda una ceremonia, regida por reglas estrictas, pero es tan complicada que es mejor simplemente verter agua caliente, pero no hirviendo, sobre una cantidad medida de hojas y beberla con gusto. Tampoco hay nada que le impida mejorarla aún más añadiendo aditivos sabrosos y saludables, como una rodaja de limón, hojas de menta o raíz de jengibre finamente rallada.
A pesar de estas mejoras, es posible que a muchas personas siga sin gustarles el sabor, pero si quieren seguir disfrutando de los beneficios de esta planta, deben utilizar los suplementos dietéticos que la tienen en su composición. Esto es lo que puedes encontrar en nuestro ranking de pastillas eficaces para adelgazar. Cada uno encontrará algo adecuado para sí mismo, que le facilitará la lucha contra el exceso de peso y la eliminación de todos los pliegues de grasa.