Nootrópicos: rendimiento cerebral y concentración siempre al máximo nivel
Parece que lo más importante para un ser humano es el alto rendimiento y la resistencia física, sin los cuales somos incapaces de realizar muchas actividades cotidianas, no sólo las que requieren un gran esfuerzo. Una cuestión igualmente importante, pero a menudo completamente descuidada, es la eficiencia mental, el buen funcionamiento de nuestro cerebro, que gestiona todos los demás órganos y sistemas del cuerpo. El cerebro humano puede compararse con un ordenador central, un procesador extremadamente potente, que suele trabajar a pleno rendimiento, y el esfuerzo mental suele resultar casi tan agotador como el esfuerzo físico. Si esta situación se prolonga, pueden producirse ciertas disfunciones del cerebro que se manifiestan, entre otras cosas, en una disminución de las capacidades cognitivas o un debilitamiento de la concentración. Por lo tanto, vale la pena contrarrestarlo de antemano, por ejemplo, mediante una dieta adecuadamente seleccionada, que promueva una mejor oxigenación de este importante órgano y le proporcione nutrientes esenciales para la salud. Por desgracia, a veces esto no es suficiente, por lo que se puede recurrir a una ayuda adicional, los nootrópicos, sustancias creadas no sólo para apoyar el trabajo de nuestro cerebro, sino también para aumentar su capacidad aún más.
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Nootrópicos: dos palabras griegas y un médico rumano
La palabra nootrópica, o nootrópicos, como también se la conoce, ha entrado recientemente en el diccionario, pero ya ha causado un gran revuelo, al ser el nombre de compuestos químicos extremadamente eficaces que dotan a nuestro cerebro de poderes que ni siquiera habíamos soñado antes. Proviene del griego, concretamente de la combinación de dos palabras «noos», que significa mente, y «trepin«, que significa doblar, y su creación se atribuye al Dr. Corneliu E. Giurgea, un químico y psicólogo rumano.
Nootrópicos: por qué y para quién fueron creados
Durante siglos, incluso milenios, el hombre se ha asfixiado en las limitaciones de sus capacidades cognitivas, impidiéndole comprender plenamente el mundo que le rodea. A lo largo de todo este tiempo se han probado diversos métodos para aumentar la capacidad intelectual, pero normalmente han acabado en fracaso o en graves complicaciones de salud. Para ello, se utilizaban a menudo sustancias ilícitas como el LSD o las anfetaminas, que supuestamente estimulaban las células cerebrales para que trabajaran más intensamente, pero las consecuencias de estos experimentos resultaron ser trágicas. Sin embargo, el problema seguía existiendo, y aunque nuestro cerebro y nuestra memoria están perfectamente influenciados por métodos naturales, la cantidad correcta de sueño o una nutrición adecuada, todavía se buscaba esa media de oro. Después de muchos años de intensa investigación, se encontró una solución que ahora podemos utilizar, que es sin duda los nootrópicos.
Definiéndolos de la forma más sencilla posible, podemos decir que son compuestos químicos cuidadosamente seleccionados que aumentan el rendimiento del cerebro, garantizando en la mayoría de los casos efectos extremadamente positivos sin efectos secundarios graves. Están destinados a cualquier persona que se queje de:
- concentración debilitada;
- problemas para recordar grandes cantidades de información necesaria;
- falta de energía necesaria para realizar el trabajo mental;
- estado de ánimo negativo y falta de motivación para hacer cualquier cosa;
- los efectos del estrés severo, cada vez más a menudo una parte integral de nuestras vidas.
Nootrópicos: los naturales que merece la pena tomar
Dado que la definición define a los nootrópicos como sustancias químicas producidas en condiciones de laboratorio, suele parecernos que son completamente artificiales y que no encontraremos en ellos absolutamente nada de origen natural. Aquí le sorprenderemos un poco, porque muchos nootrópicos se pueden encontrar en la propia naturaleza, caracterizados por tener prácticamente el mismo efecto sobre el cerebro humano que sus homólogos sintéticos. Suelen ser extractos de hierbas populares, comúnmente conocidas por otras aplicaciones médicas o incluso cosméticas, o conjuntos de vitaminas y minerales, y en particular cabe destacar:
1. Ashwagandha (Vitania sluggard)
Considerado por los especialistas como el mejor nootrópico natural con innegables propiedades para la salud. También conocido como ginseng indio, ayuda eficazmente en el tratamiento y la prevención de diversas dolencias que nos aquejan. Entre otras cosas, tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas, regula el funcionamiento de todo el sistema circulatorio y endocrino, tiene un efecto positivo en el funcionamiento del hígado y los riñones, refuerza el sistema inmunitario, ralentiza los procesos de envejecimiento de las células de nuestro cuerpo y facilita la regeneración después del entrenamiento. A su vez, puede clasificarse como nootrópico gracias a sus propiedades antiestrés, comparables a las de muchos agentes farmacológicos. Ashwagandha no sólo elimina rápidamente los efectos de esta grave enfermedad de la civilización, sino que también permite una profunda relajación y la eliminación de la ansiedad que suele acompañar al fuerte estrés. Aporta una gran dosis de energía necesaria para la acción, mejora el estado de ánimo y motiva para el siguiente esfuerzo, también mental.
2. Ginkgo Biloba (Ginkgo biloba / Gingko biloba)
Se trata de otra planta que puede denominarse nootrópica natural, originaria de China y que tiene en su composición más de 50 sustancias con propiedades confirmadas para la salud. Su acción se reduce principalmente a mejorar el trabajo del corazón y de todo el sistema circulatorio, reduciendo la presión arterial y el nivel de colesterol «malo», y una circulación adecuada se traduce automáticamente en una mejor oxigenación del cerebro. Un cerebro mejor oxigenado trabaja con su máxima eficacia y la concentración ya no causa problemas. El Ginkgo biloba ayuda a combatir el estrés, elimina la sensación de fatiga, elimina los fuertes dolores de cabeza, incluso las migrañas, alivia los síntomas de la demencia, ayudando a mantener una buena memoria, por lo que se utiliza en la prevención de la enfermedad Alzheimera y también es excelente para mejorar el estado de ánimo.
3. Gotu kola (Centella Asiática)
El tercer nootrópico natural recomendado es el Gotu kola, la centella asiática, que se utiliza en la medicina natural india desde hace miles de años. Tiene un excelente efecto sobre el sistema circulatorio, mejorando la circulación y protegiendo así contra enfermedades tan peligrosas como la insuficiencia venosa, las varices o la trombosis. Sin embargo, nos interesa el apoyo que presta al sistema nervioso, mejorando su funcionamiento general, lo que se traduce en un aumento de la concentración, procesos de pensamiento más rápidos y mejor memoria. Los estudios han demostrado que después de utilizar preparados con Gotu kola en su composición, la capacidad de aprender y recordar grandes lotes de información a la vez también ha aumentado. También ayudan a aliviar todos los síntomas negativos del estrés y la fatiga, retrasan el proceso de envejecimiento y, al igual que el Ginko Biloba, aumentan el nivel de oxigenación de las células cerebrales.
4 Vitaminas que benefician la función cerebral
No se puede subestimar la importancia de las vitaminas y los minerales para nuestra salud, por lo que debemos proporcionar al organismo las cantidades adecuadas de los mismos junto con los alimentos o con suplementos dietéticos especialmente seleccionados que complementen las posibles carencias. Las vitaminas y los minerales pueden clasificarse con seguridad como nootrópicos por la forma en que influyen en el trabajo de nuestro cerebro y en todo el sistema nervioso. Las que debemos cuidar especialmente para obtener la cantidad adecuada son, sin duda, las vitaminas del grupo B, responsables, entre otras cosas, de la conducción correcta y sin alteraciones de los impulsos nerviosos, la reducción del estrés, la ansiedad y la falta de problemas con el sueño, necesario para la correcta regeneración del organismo. También tienen un efecto beneficioso en nuestra capacidad de recordar cosas, mejoran la concentración, mientras que sus deficiencias pueden causar, por ejemplo, depresión o acelerar el envejecimiento de las células cerebrales.
No nos olvidemos de la vitamina D, no sin razón llamada la «vitamina del sol», que también tiene un gran impacto no sólo en nuestras capacidades mentales, sino también en todo el estado de salud. Su deficiencia, causada, entre otras cosas, por la falta de luz solar durante los meses de invierno, es visible prácticamente de inmediato, ya que se manifiesta por el debilitamiento de las funciones cognitivas más importantes y la degeneración progresiva de las neuronas. La vitamina D es esencial para la retención a largo plazo de una buena memoria, también protege contra la depresión, la ansiedad y la consiguiente disminución de la inmunidad.
Las tres últimas vitaminas que requiere nuestro cerebro son la A, la E y la C. Las deficiencias del primero de ellos afectan negativamente a la vista, uno de los sentidos más importantes que transmiten información al cerebro, una deficiencia también puede causar cambios de humor adversos, aumento del nerviosismo o irritabilidad. A su vez, una cantidad insuficiente de vitamina E conduce a una disfunción de la parte frontal de la glándula pituitaria, y se manifiesta también por un exceso creciente de cortisol, conocido como la hormona del estrés. Mientras que una cantidad normal de cortisol tiene un efecto beneficioso, permitiéndonos afrontar mejor el estrés, un exceso puede incluso provocar daños neuronales. Igualmente importante, y no sólo para la función cerebral, es la vitamina C, uno de los antioxidantes más potentes de la naturaleza, que protege al cerebro de la degeneración celular y del estrés oxidativo. También se considera un antidepresivo natural, ya que aumenta la secreción de serotonina de forma más eficaz mejorando incluso el peor estado de ánimo. La vitamina C también facilita la absorción y asimilación de muchos otros nutrientes, encabezados por el hierro, esencial para la buena memoria y la concentración para ayudar al aprendizaje.
5 – Minerales esenciales para la concentración, el aprendizaje y la memoria
En cuanto a los minerales que tienen un efecto beneficioso para el cerebro, la prioridad absoluta la tienen tres, el magnesio, el zinc y el selenio. El magnesio puede considerarse un elemento necesario para mantener la plena eficiencia mental, y su posible deficiencia puede tener consecuencias realmente desagradables para la salud. El primer síntoma que debe despertar nuestra preocupación es la creciente debilidad, la falta de fuerza y energía para las actividades más sencillas, y el aumento de los niveles de cortisol en la sangre afectan negativamente al bienestar mental y al aumento del estrés. El zinc, por su parte, es un mineral esencial para el correcto proceso de aprendizaje y la memorización de información. Sus deficiencias se manifiestan en una importante disminución de la capacidad intelectual y en la incapacidad de concentrarse, por ejemplo, en el texto más sencillo o en otra tarea mental. El selenio puede considerarse con seguridad un potenciador del estado de ánimo, y cuando nos sentimos tristes, deprimidos y estresados, puede ser una señal de que no tenemos suficiente cantidad. Por ello, es importante en el tratamiento de la depresión, una enfermedad que, si se descuida, puede llevar incluso a la muerte.
Nootrópicos: otras sustancias que incluimos
Los nootrópicos nauturales han demostrado repetidamente su gran eficacia, convirtiéndose en un importante ingrediente de muchos suplementos diseñados para beneficiar al cerebro y a las actividades intelectuales que dirige. También se utilizan ampliamente otras sustancias igualmente eficaces, producidas artificialmente en laboratorios, siendo las más comunes:
- Piracetam, que es un componente de muchos medicamentos nootrópicos populares, encabezados por el probablemente más conocido Nootropil. Entre otras cosas, favorece los procesos de aprendizaje y recuerdo, permitiéndonos concentrarnos al máximo en estos procesos; influye en una mejor transmisión de señales a través de las neuronas. Nuestro cerebro trabaja de forma más eficiente, a máxima velocidad, al mismo tiempo que aumenta la capacidad física del cuerpo;
- Aniracetam, un derivado del piracetam, desarrollado en los años 70 en Bélgica, que afecta perfectamente a las capacidades cognitivas. También tiene un efecto antiestrés y se puede decir que amplía de alguna manera nuestra memoria, permitiéndonos absorber fácilmente más información;
- Sulbutiamina, un derivado sintético de la vitamina B1, mejor absorbido y asimilado por el organismo que el original natural. Influye perfectamente en el funcionamiento de los neurotransmisores, estimula todos los procesos metabólicos que tienen lugar en el sistema nervioso, aumentando el potencial energético del cerebro humano. Se utiliza en el tratamiento de muchas dolencias mentales, desde la ansiedad hasta la depresión clínica. Al reducir la sensación de fatiga, tanto mental como física, mejora nuestro estado de ánimo, motivándonos a seguir trabajando;
- Acetil l-carnitina (ALCAR), una sustancia con efectos antioxidantes y neuroprotectores, utilizada entre otros en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Como nootrópico, ayuda a concentrarse mejor, mejora la memoria y nuestras mayores capacidades cognitivas nos permiten absorber más conocimientos en menos tiempo.
Nootrópicos: efectos y posibles efectos secundarios
Como puede ver en los ejemplos anteriores, hay realmente muchos nootrópicos, tanto naturales como los artificiales, producidos en los laboratorios de los fabricantes. Gracias a ello, cada uno tiene la posibilidad de elegir el más adecuado, afectando a los procesos específicos que se producen en el cerebro. Nos permiten no sólo aumentar nuestra capacidad intelectual, sino también abrirnos caminos completamente nuevos para alcanzar nuestros objetivos, nuestro deseado éxito en la vida privada o profesional. Tomándolos regularmente, podemos, dependiendo de su tipo, contar con ellos:
- un uso más eficaz de nuestro cerebro, que ahora trabaja a mayor velocidad;
- una mente abierta a nuevas experiencias, que absorbe conocimientos que luego puede poner en práctica;
- la motivación para actuar, la energía que permite traspasar todos los límites hasta ahora inalcanzables de la cognición intelectual;
- mejor concentración y nada nos distraerá durante el trabajo o el estudio;
- manejo fácil del estrés, sin necesidad de costosas visitas a un especialista, psicólogo o incluso psiquiatra;
- sin problemas de sueño, y después de un día ajetreado conciliar el sueño también será un juego de niños;
- una mayor eficiencia física del organismo, y la composición de muchos nootrópicos también favorece la pérdida rápida de peso, por ejemplo, al facilitar la quema de grasas.
Desgraciadamente, nada es gratis en la naturaleza, por lo que, aparte de las numerosas e innegables ventajas, los nootrópicos también tienen ciertas desventajasque conviene conocer antes de utilizarlos. Estos suelen ser los efectos secundarios de su uso, quizás no tan molestos, pero al tomarlos a veces se puede experimentar
- reacciones alérgicas molestas, que suelen estar causadas por una alergia a alguno de los ingredientes del preparado utilizado;
- problemas en el sistema digestivo, como diarrea, dolores de estómago e incluso vómitos;
- Cambios de humor que oscilan de estados eufóricos a estados típicamente depresivos, generalmente resultantes de una sobredosis del nootrópico utilizado. Esto debe evitarse estrictamente, respetando siempre las dosis recomendadas por el fabricante;
- dolores de cabeza, de diversa gravedad hasta llegar a las migrañas, también asociados a la sobredosis.
Para evitarlos, sólo hay que seguir las recomendaciones del fabricante y consultar al médico sobre el uso de cualquier preparado, especialmente los de venta libre. Nunca sabemos cómo reaccionará nuestro cuerpo ante ellos, y si se produce alguno de los síntomas mencionados, basta con dejar de usar el preparado y todo volverá rápidamente a la normalidad.