La dieta de la sopa – ¿la sopa es una buena manera de perder peso?
La dieta de la sopa es un plan de dieta bastante interesante para las personas que quieren perder peso a un ritmo rápido – incluso 9 kg en una semana. Una dieta de este tipo te da la libertad de comer, así que comes a gusto y no te mueres de hambre. Sin embargo, una limitación importante en este caso es el tipo de platos que se pueden consumir, ya que todo el menú de la dieta en este caso se basa en la ingesta de sopas de verduras 7 días a la semana, que también se pueden enriquecer con carne, pescado o lácteos magros.
Contents
- 1 Dieta de la sopa: ¿cómo es una dieta sana y variada?
- 2 La dieta de la sopa y sus principios fundamentales
- 3 Tipos de dieta de la sopa
- 4 ¿Para quién es la dieta de la sopa?
- 5 Etapas de una dieta de sopa
- 6 Dieta de la sopa – efectos
- 7 Desventajas de la dieta de la sopa
- 8 Dietas de sopa – opiniones de los usuarios
- 9 Dieta de la sopa – recetas de sopas ligeras
Dieta de la sopa: ¿cómo es una dieta sana y variada?
¿Por qué las dietas de adelgazamiento requieren mucha perseverancia? La mayoría de las personas se rinden debido a demasiados sacrificios dietéticos, que son difíciles de afrontar para una persona con sobrepeso u obesidad. Sin embargo, la dieta de la sopa es bastante diferente, ya que no tiene un umbral de calorías establecido ni un tamaño de comida al día. Tampoco reduce el menú a 2-3 productos, y además son fáciles de preparar y baratos. Por lo tanto, este tipo de dieta es una solución bastante buena para aquellas personas que luchan con una sensación de hambre bastante frecuente, y además este tipo de dieta nos permite sustituir cada comida sin perjudicar nuestra salud. Si seguimos una dieta de sopa, podemos hacer hasta 4-5 comidas al día, que serán ligeras y nos hidratarán y calentarán perfectamente. El ingrediente principal de esta dieta es el caldo de verduras, pero si durante la cocción añadimos algunos hidratos de carbono, carne magra, pescado, hierbas y productos lácteos magros, el resultado final es una comida completa y equilibrada. Así, podrá recurrir a una sopa deliciosa y saciante cada vez que sienta apetito. Además, podemos prescindir de los remordimientos y de contar las calorías. Nuestra piel también se beneficiará de ello, ya que tendrá un aspecto más joven. Esto es gracias al alto contenido de verduras, que nos proporcionan cantidades adecuadas de fibra dietética.
La dieta de la sopa y sus principios fundamentales
¿Qué es una dieta de la sopa? El menú de este plan de dieta se basa en sopas que utilizan diversas verduras, entre ellas: remolacha, col, tomates, calabacines, pimientos, calabaza, judías verdes, champiñones, espinacas, zanahorias, apio, pepinos, patatas, etc. Tenemos muchos para elegir, así que podemos crear varias combinaciones, porque todo depende de nuestra creatividad, lo que evitará que caigamos en la monotonía culinaria. El menú de la dieta de la sopa suele incluir sopas tradicionales y sopas de crema.
La dieta de la sopa tiene dos variantes. La primera consiste en comer sólo sopas. Gracias a este modelo de alimentación perderemos peso rápidamente. Esto se debe al valor calórico de las sopas, ya que una porción de sopa es de unos 250 gramos, es decir, 150 kcal, por lo que haciendo 6 comidas al día compuestas únicamente por sopas ¡aportaremos a nuestro cuerpo sólo 900 kcal! La segunda variante de la dieta consiste en sustituir dos comidas al día por una sopa. También es importante añadir a la sopa ingredientes como cebollas, cebollinos, nabos o apio. Son los principales responsables de intensificar el sabor, pero también aumentan el contenido de vitamina C y fibra dietética de la comida. Sin embargo, es necesario recordar la necesidad de reponer las proteínas, por lo que vale la pena beber una taza de yogur natural descremado, leche, kéfir, suero de leche o cóctel vegetal con clorela o espirulina al día. La dieta comentada también puede ser tratada como una desintoxicación de un día de nuestro cuerpo. Consiste en cocinar una sopa y dividirla en porciones que servirán para todo el día. También vale la pena recordar acerca de la proteína, no es un ingrediente esencial que se necesita para el buen funcionamiento del cuerpo, por lo que vale la pena cocinar la sopa con un inserto de carne, mientras que en el caso de las personas que están en una dieta vegetariana, es importante cuidar de tales ingredientes en la comida como:
- quinoa, amaranto, trigo sarraceno,
- cuscús o bulgur,
- semillas de calabaza o de girasol,
- mantequilla de cacahuete o de almendra,
- nueces,
- de semillas de cáñamo,
- guisantes, habas y soja,
- lentejas, garbanzos, alubias y otras legumbres,
- tofu, tempeh, seitán,
- concentrado de proteína vegetal, por ejemplo, concentrado de proteína de soja o guisante, como adición a las sopas.
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Durante la dieta de la sopa, vale la pena seguir algunas reglas clave que nos ayudarán a preparar una comida para que apoye la pérdida de peso, el proceso digestivo y elimine las toxinas del cuerpo y los productos metabólicos innecesarios. Son los siguientes:
- Si utilizamos la dieta durante más de un día vale la pena que no comamos sólo un tipo de alimento al día. Vale la pena que el menú sea rico en 2 – 3 tipos de sopas diferentes, que contienen en su composición diferentes verduras y especias.
- Las sopas deben cocinarse desde el principio, evitando las soluciones ya preparadas, como las pastillas de caldo, los concentrados de caldo Maggi y las especias enriquecidas con potenciadores del sabor. El sabor de la sopa puede mejorarse con equivalentes saludables de las pastillas de caldo, que pueden adquirirse en una tienda ecológica sin añadir grasas hidrogenadas, glutamato monosódico o cantidades excesivas de sal, y también vale la pena utilizar salsa de soja ligera o pasta de soja miso. Deben añadirse al plato un momento antes de su consumo para que no pierdan las vitaminas B y otros valiosos nutrientes al exponerse a la temperatura.
- El menú debería tener un aspecto clásico, es decir, sopas más sustanciosas para el desayuno y el almuerzo, y otras delicadas para la cena.
- Si su dieta se basa únicamente en el consumo de sopas, debe comer todas las que pueda, pero no menos de 5-6 veces al día.
- Las sopas deben cocinarse el tiempo suficiente para que los ingredientes se ablanden durante la cocción y para que las verduras se vuelvan semiduras. De este modo, se conservará el mayor valor nutritivo del plato.
- Las sopas demasiado espesas o que contienen demasiada agua deben eliminarse de la dieta.
- Si quieres que tus sopas te mantengan satisfecho durante más tiempo, debes añadir toppings crujientes como frutos secos tostados, verduras crudas y chips de verduras sin sal ni grasa.
- También deberíamos eliminar la nata, la harina y el roux. Además, los productos ricos en almidones, es decir, el pan, la pasta, las patatas o el arroz blanco, los productos de panadería y los postres que contienen azúcar y las carnes grasas como la de vacuno o de cerdo.
Tipos de dieta de la sopa
Una dieta de la sopa de la que seguramente la mayoría hemos oído hablar es una dieta basada en la sopa de col, pero no existe una sopa ideal claramente definida que nos permita perder peso. La definición más sencilla de este día es preparar una sopa que contenga verduras, carne magra y poca grasa en su receta. Las dietas de sopa más populares son:
- dieta del caldo: se trata de un plan de alimentación de 7 días que se basa prácticamente en comer caldo casi exclusivamente durante todo el día, excepto en el desayuno. Para la primera comida, puedes elegir entre cinco productos bajos en calorías: leche y yogur desnatados, queso sin grasa, cereales integrales o fruta fresca. Las demás comidas deben basarse únicamente en el consumo de caldo casero. Los partidarios de este método creen que comer menos y más a menudo ayudará a reducir el apetito y a sentir saciedad. La sopa es baja en calorías porque se compone principalmente de caldo, carne magra, especias y verduras con bajo contenido de almidón en su composición, es decir, zanahorias, nabos, brócoli y col.
- dieta de la col – es una dieta de siete días, que en su composición es rica en fibra dietética y baja en grasa. Es un buen método para las personas que necesitan ayuda a corto plazo para perder peso. El plan de dieta puede seguirse sólo durante una semana.
- Dieta de las alubias: consiste en tomar una sopa compuesta por diferentes variedades de alubias, como las alubias de media luna, las judías verdes, los garbanzos y las judías verdes y las setas, los pimientos, los tomates, el pimentón y el apio. La sopa de judías debe tomarse dos veces al día como comida principal.
¿Para quién es la dieta de la sopa?
Antes de empezar cualquier dieta, debes consultar a tu médico de cabecera, incluso si no tienes ningún problema de salud. A la hora de elegir un método dietético, no debemos sugerir una dieta «de moda». Algunos programas de dietas están compuestos de tal manera que sus propuestas son pobres en algunos nutrientes, o tienen un importante déficit calórico que, como consecuencia, puede provocar el deterioro de nuestra salud.
En el caso de la dieta de la sopa, está contraindicada para las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades del tiroides o intolerancias alimentarias. Además, no debe ser utilizado por diabéticos, niños y adolescentes, así como por personas mayores.
Sin embargo, si no tenemos ninguna contraindicación de salud, la dieta de la sopa será ideal para las personas que sufren de dolor de garganta, tienen dificultad para tragar o problemas dentales – están después de la cirugía, usan aparatos de ortodoncia o tienen úlceras aftosas. Además, es popular entre las personas que acaban de sufrir una intoxicación alimentaria.
Etapas de una dieta de sopa
La dieta de la sopa nos llegó del extranjero, concretamente de Brasil, y su pionera en Polonia es Monika Honory. Ha desarrollado un modelo para seguir esta dieta, que nos permite perder kilos innecesarios, incluso hasta 5 kg al mes. El plan de nutrición desarrollado se divide en tres etapas:
- Etapa I – se trata de la introducción al plan de dieta y de acostumbrar a nuestro cuerpo al déficit calórico. Empezamos con 5-6 sopas al día. Esta etapa dura unas dos semanas, tras las cuales se producen calambres en el estómago. Entonces reducimos el número de sopas a 4 al día. El proceso dura un mes y nos permite perder incluso 5 kg.
- Etapa II – esta etapa está dirigida a las personas que quieren perder más de 5 kg. Las sopas deben dividirse en sopas de proteínas y de hidratos de carbono, lo que significa que la receta incluye hidratos de carbono complejos, como la pasta o el arroz integrales, así como carne magra y pescado como complemento proteico. Es muy importante que las sopas en esta etapa se tomen en momentos específicos. Las sopas ricas en hidratos de carbono complejos deben tomarse a mediodía y las que contienen proteínas por la tarde. La fase II debería durar entre 2 y 4 semanas.
- Etapa III – es la etapa final, o de estabilización. Consiste en la introducción parcial de alimentos sólidos en la dieta. Es importante hacerlo en pequeños pasos, para no sobrecargar nuestro estómago con comidas difíciles de digerir. El proceso de estabilización dura 2 semanas. Es importante no comer alimentos fritos y grasos durante este tiempo.
Dieta de la sopa – efectos
Todas las comidas de la dieta de la sopa contienen principalmente verduras, que son ricas en valiosa fibra dietética, por lo que permiten satisfacer la sensación de hambre durante mucho tiempo.
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Siguiendo una dieta de sopa, notarás que tu metabolismo se acelera y tu cuerpo se va depurando poco a poco. También se eliminará el agua subcutánea y se regularán significativamente los procesos digestivos. Esto se debe a que las sopas de verduras aportan muy pocas calorías, incluso cuando se consumen con frecuencia y en porciones relativamente grandes, por lo que el cuerpo extraerá energía de las reservas almacenadas en forma de tejido graso.
El resultado de una dieta de sopa será una mejora espectacular del metabolismo y la intensificación de la quema de grasa, lo que lleva a la pérdida de 3-8 kg en una semana. Es bueno recordar que la primera fase de esta dieta no debe durar más de 5-7 días. Entonces, aumenta el riesgo de que se produzca un efecto yo-yo, además de provocar deficiencias de nutrientes esenciales en nuestro organismo.
Desventajas de la dieta de la sopa
La dieta de la sopa nos permite conseguir la figura que deseamos, pero este plan de alimentación también tiene sus inconvenientes. En primer lugar, nuestro cuerpo necesita alimentos sólidos, ya que durante la masticación se inicia la producción de enzimas digestivas y llega un impulso al cerebro, que es el responsable de activar otros procesos digestivos en nuestro organismo. Desgraciadamente, una dieta de sopa nos priva de esta posibilidad. Además, morder y tirar la comida tiene un efecto muy bueno sobre el estado de los dientes y la mordida.
La dieta también es baja en calorías, por lo que al seguirla podemos sentir debilidad, fatiga y hambre. Si sigue la dieta durante mucho tiempo, también puede experimentar el efecto contrario, es decir, su metabolismo puede ralentizarse, lo que hace más difícil perder peso. El plan de dieta también es pobre en términos de valor nutricional, y por lo tanto no proporciona la cantidad adecuada de nutrientes.
El modelo de nutrición desarrollado tampoco nos da una garantía del 100% de mantener nuestro peso objetivo a largo plazo. Las dietas hipocalóricas provocan una rápida pérdida de peso, pero si volvemos a la alimentación normal podemos recuperar muy rápidamente los kilos perdidos.
Dietas de sopa – opiniones de los usuarios
La dieta dela sopa tiene un amplio abanico de opiniones, pero prevalecen las positivas. Es una dieta que aporta muy pocas calorías, por lo que es fácil deshacerse de los pliegues antiestéticos y del exceso de peso. Sin embargo, no es un plan de alimentación recomendado para todas las personas. Algunas personas que no son aficionadas a comer verduras y sopas de verduras pueden sentirse un poco aburridas de comer sólo este tipo de alimentos durante una semana, lo que será una verdadera prueba de resistencia para ellas. Sin embargo, si te gusta todo tipo de verduras, no debería ser un problema perseverar en esa dieta.
La eficacia de la dieta de la sopa se debe al alto contenido de agua de la comida, por lo que se llena al comer porciones más pequeñas sin consumir sólidos y al sentirse saciado. El alto contenido de agua de la comida es la base de la dieta volumétrica, que ha sido objeto de muchas investigaciones científicas. Los estudios demuestran que empezar una cena con una sopa -en este ensayo se utilizó caldo con arroz- hace que se consuman un 26% menos de calorías con el segundo plato. Además, se ha demostrado que si se toma la sopa y el segundo plato se obtiene un 20% menos de calorías para toda la comida. En este caso, el estudio se realizó mientras se comía un caldo con una guarnición de patatas, coliflor, brócoli, zanahorias y mantequilla. La condición era comer una porción que debía aportar un máximo de 100 a 150 kcal.
Un hecho muy importante es el agua, que debe ser un componente de las comidas. Se ha demostrado que beber un vaso de agua después de comer no funciona tan bien como tomar una sopa que contenga la misma cantidad de líquido. Esto se debe a que el agua ligada a los ingredientes de la comida retrasa el vaciado del estómago, lo que hace que nos sintamos saciados durante más tiempo. Esto está relacionado con la eficacia de la dieta de la sopa.
Dieta de la sopa – recetas de sopas ligeras
Sopa de verduras con judías verdes
- 2 litros de caldo de verduras,
- 30g de setas shiitake secas,
- 3 zanahorias pequeñas
- 1 perejil pequeño,
- 1/2 bulbo de apio de raíz pequeño o 1 tallo de apio,
- 1 cebolla grande y/o 4-5 dientes de ajo
- 2 tazas de judías verdes,
- 800 g de tomates frescos en rodajas,
- 1 cucharadita de aceite de oliva,
- pimienta
Preparación: remojar los champiñones en un poco de agua hirviendo, luego verter el agua en el caldo junto con los champiñones picados. Hervir el caldo, echar las verduras picadas, incluidas las judías, y cocer durante 40 minutos. A continuación, añadir los tomates y continuar la cocción. Por último, añada el aceite de oliva y sazone la sopa al gusto.
Sopa de pimentón y tomate
- 1 litro de caldo de verduras
- 4 pimientos rojos medianos,
- 4 tomates grandes,
- 4 cucharadas de vinagre de vino tinto,
- 2 cucharadas de aceite de oliva,
- pimienta,
- sal o salsa de soja ligera
Preparación: el caldo debe ser hervido. A continuación, eche las verduras picadas, incluido el ajo, en la olla. Hervir de 15 a 20 minutos. La sopa se puede licuar. Condimentar al gusto.
Sopa de calabacín con ajo
- 1 cebolla grande,
- 2 cucharadas de aceite de colza o de oliva,
- 6 calabacines medianos,
- 1-2 dientes de ajo (opcional),
- 1 litro de caldo de verduras,
- pimienta
- sal o salsa de soja ligera,
Preparación: se pica la cebolla, que se fríe durante unos 3-5 minutos. A continuación, se añaden los calabacines cortados en dados y se cuece a fuego lento durante 5-7 minutos. Añadir el caldo de verduras y cocer a fuego lento, tapado, durante unos 15 minutos. Condimentar al gusto. La sopa se puede licuar.
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