Inmunidad debilitada: causas, síntomas y formas de fortalecerla
Hoy no habrá una entrada sobre la pérdida de peso y los preparados que la apoyan, sino sobre un problema de salud igualmente grave, que es sin duda la disminución de la inmunidad. Nos afecta especialmente ahora, durante el solsticio de invierno y primavera, caracterizado por cambios rápidos y difíciles de predecir en el clima. Es una dolencia que no debe subestimarse en ningún caso, y cualquier trastorno en el funcionamiento de nuestro sistema inmunitario puede conducir al desarrollo de muchas enfermedades peligrosas.
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Sistema inmunitario: su función en el organismo
Elsistema inmunitario, conocido simplemente como sistema inmunológico, es uno de los sistemas más importantes del cuerpo, que se encarga de nuestra seguridad y de mantener la plena salud y vitalidad en cada momento de nuestra vida. Se puede decir que si no fuera por ella, no sobreviviríamos ni un solo día en este mundo, y empieza a funcionar prácticamente desde el día en que nacemos. Su principal cometido es protegernos constantemente de todos los agentes patógenos, toxinas, bacterias, virus y hongos igualmente peligrosos, que provocan infecciones que a veces pueden ser mortales. Otra función que debe desempeñar el sistema inmunitario es ayudar a regenerar las células o incluso los tejidos dañados, para lo cual la naturaleza lo ha dotado de muchas y poderosas herramientas que constituyen nuestra verdadera línea de defensa, como por ejemplo
- elementos internos, células especializadas para este único fin, los linfocitos, o glóbulos blancos, de los que existen varios tipos, distribuidos en diferentes partes del cuerpo, incluido el sistema linfático. Son capaces de reconocer el tipo de infección y reaccionar en consecuencia, produciendo anticuerpos, proteínas capaces de eliminar cualquier intruso de una vez por todas. Igualmente importantes son los fagocitos, otra célula especial, llamada célula de alimentación, que se encuentra en nuestros ganglios linfáticos. Comienzan a actuar cuando ya se ha producido una infección, aumentando la temperatura corporal y segregando una sustancia que destruye la mayoría de los microorganismos;
- elementos externos que proporcionan una protección mecánica, sobre todo la piel, los pelos de la nariz y las pestañas, que atrapan eficazmente las impurezas más grandes y no permiten que entren en el organismo. También son importantes ciertas secreciones, especialmente la saliva, las lágrimas, la orina o los jugos gástricos, que se caracterizan por su reacción ácida y sus propiedades bactericidas.
Inmunidad debilitada: las causas que pueden provocarla
Aunque el organismo puede hacer frente por sí solo a la disminución de la inmunidad, hay situaciones en las que esta barrera protectora natural está, como mínimo, debilitada. Hay muchas razones para ello, y además de las naturales, la falta de inmunidad puede ser causada por condiciones médicas existentes o incluso por defectos congénitos no detectados a tiempo. Si ya nos sucede, debemos prestar atención a si no fue causado por factores como:
- malos hábitos alimenticios, una dieta mal elegida que carece de los nutrientes más importantes, comemos demasiados alimentos procesados con un alto contenido en grasas, lo que debilita las propias células inmunitarias. Sobre todo, hay que cuidar la cantidad adecuada de vitaminas, A, B, vitamina C y E, que eliminan los radicales libres, aumentan la producción de interferón, tienen efectos antiinflamatorios y antivirales;
- Lareducción de la condición mental, tan importante para la salud como la física, la vida en constante estrés, la fatiga, el insomnio e incluso la depresión;
- Lafalta de actividad física, el ejercicio diario, incluso un simple paseo al aire libre o en bicicleta, tiene un efecto beneficioso sobre la producción de glóbulos blancos, al tiempo que endurece el organismo y lo hace naturalmente resistente a la mayoría de las infecciones de otoño e invierno. La condición física también se debilita cuando el organismo se sobrecalienta, y una razón frecuente para ello es una temperatura demasiado alta en la casa;
- ropa inadecuada, no adaptada a las condiciones meteorológicas del momento. En otoño, invierno y principios de primavera, lo mejor es vestirse al estilo de la llamada cebolla, y no olvidar llevar una gorra para proteger la cabeza, por la que perdemos la mayor parte del calor;
- Elabuso del alcohol y otras drogas, los cigarrillos, el café o el té fuerte, que eliminan las vitaminas y los minerales del cuerpo y aumentan la cantidad de radicales libres especialmente peligrosos;
- tomar ciertos medicamentos, especialmente antibióticos, que no sólo destruyen las bacterias patógenas, sino que al mismo tiempo debilitan y alteran la flora bacteriana natural, un elemento importante para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Disminución de la inmunidad – cómo fortalecerla por medios naturales
Nuestro cuerpo reacciona inmediatamente ante cualquier problema de inmunidad reducida, independientemente de la causa que lo provoque. Nos debilitamos, no tenemos la fuerza no sólo para el trabajo, sino también para muchas actividades diarias básicas, también la captura de todas las infecciones posibles, y se puede apoyar el sistema inmunológico utilizando los mejores métodos naturales. Para evitar la enfermedad o, al menos, minimizar sus efectos y aliviar sus síntomas, basta con atenerse a varios principios, y nos puede ayudar
- suministrar al cuerpo grandes cantidades de las vitaminas mencionadas, especialmente la C, preferiblemente en forma natural, y la mayoría de ellas se pueden encontrar en las frutas y verduras, que deben convertirse en una parte importante de la dieta. También debería incluir miel, llena de nutrientes y enzimas que estimulan beneficiosamente el sistema inmunitario;
- uso de tratamientos herbales, y la hierba más recomendada es el purgante, un remedio natural para el resfriado común, que aumenta la inmunidad y también tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antivirales y antifúngicas
- comer al menos una comida caliente al día, preferiblemente una sopa caliente, nutritiva pero saludable, con muchas verduras
- Descansar lo suficiente, relajarse después de un duro día de trabajo para aliviar el estrés, darse un baño caliente con sus aceites favoritos, quedar con los amigos y, sobre todo, dormir al menos 7 u 8 horas cada noche;
- Limitar el contacto con los enfermos, sies posible, combinado con la higiene personal y el lavado de manos frecuente para evitar la propagación de gérmenes peligrosos en lugares públicos;
- suplementación del organismo con preparados a base de ingredientes naturales y herbales.
Este comportamiento debería convertirse en un hábito, gracias al cual nos protegeremos no sólo a nosotros mismos, sino también a toda la familia, y el invierno y los primeros días aún lluviosos de la primavera nos traerán sólo alegría, y no gripes, catarros y resfriados.