Fósforo: otro elemento esencial para la salud humana
No sólo los oligoelementos como el magnesio, el selenio o el hierro son importantes para la salud humana. Otros elementos, conocidos como minerales, son igualmente importantes, y el fósforo tiene una función especial entre ellos. El fósforo es responsable de numerosos procesos en el organismo, y su exceso o deficiencia tendrá un efecto negativo inmediato sobre la salud. Por lo tanto, merece la pena familiarizarse con el fósforo para poder consumirlo en las cantidades adecuadas y aprovechar sus numerosos beneficios.
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¿Qué es el fósforo?
Reconozcámoslo, sin fósforo no podemos funcionar con normalidad, por eso es importante saber más sobre este elemento mineral. El fósforo es uno de los elementos químicos más antiguos que conocemos, ya que se aisló por primera vez en 1669. En la Tabla Periódica de los Elementos, se designa con la letra PEl fósforo está clasificado como no metal y se presenta en cuatro formas alotrópicas:
- fósforo blanco
- fósforo rojo
- fósforo violeta
- fósforo negro.
Sin embargo, nos interesa más la importancia del fósforo para la salud que sus propiedades químicas o físicas exactas. En el cuerpo humano, se encuentra principalmente en los dientes y los huesos, casi el 85% de la cantidad total. El resto del fósforo se encuentra en las membranas celulares y los tejidos blandos y en los ácidos nucleicos, es decir, en nuestros DNA y RNA.
¿Debe suministrarse fósforo en dosis estrictamente definidas?
La suplementación con las dosis recomendadas de fósforo no es de poca importancia para mantener una salud plena hasta una edad avanzada. Los expertos han definido desde hace tiempo las cantidades diarias de este elemento, que no deben superarse. Al mismo tiempo, dependen de la edad y ascienden a las siguientes cantidades diarias
- lactantes – 150 mg;
- niños de 5 meses a 1 año – 300 mg;
- niños de 1 a 3 años – 460 mg;
- niños de 4 a 6 años – 500 mg;
- niños de 6 a 9 años – 600 mg;
- niñas y niños de 10 a 18 años – 1.250 mg;
- mujeres y hombres mayores de 18 años – 700 mg;
- mujeres embarazadas y lactantes menores de 19 años – 1.250 mg;
- mujeres embarazadas y lactantes mayores de 19 años – 700 mg.
¿Qué fuentes naturales de fósforo merece la pena utilizar?
La forma más sencilla de reponer rápidamente las posibles carencias de fósforo es tomar suplementos dietéticos que lo contengan. Sin embargo, la solución más sencilla no siempre es la mejor, y algunos suplementos también pueden tener efectos secundarios desagradables. Se trata principalmente de trastornos digestivos derivados de la acción de determinadas sustancias que complementan la composición de los comprimidos.
Por ello, es mejor recurrir a fuentes naturales de este elemento, introducir en la dieta diaria alimentos que lo contengan. Los especialistas en nutrición saludable, dietistas profesionales, señalan sobre todo fuentes de fósforo en la dieta como:
- la carne, tanto roja como de ave
- despojos, por ejemplo el hígado
- embutidos
- huevos de gallina
- productos lácteos, cuajo, quesos amarillos y procesados;
- pescado, ahumado, pescado en conserva, arenque salado;
- Legumbres, por ejemplo, judías secas, garbanzos, lentejas, guisantes y soja;
- verduras frescas, rábano picante, ajo, espinacas, brécol, col blanca;
- setas;
- ciertas frutas, frambuesas, manzanas, naranjas, grosellas, kiwi, albaricoques secos, higos, aguacates;
- frutos de cáscara, cacahuetes, avellanas, nueces y pistachos;
- almendras;
- semillas de calabaza y de girasol;
- productos integrales, copos, salvado, pan negro;
- grañones de trigo sarraceno
- arroz blanco y arroz integral;
- granos de cereales y maíz;
- té negro, cacao y chocolate negro.
¿Qué propiedades del fósforo son más beneficiosas para nuestra salud?
Ya sabemos qué es el fósforo, qué cantidad debemos consumir a diario y qué fuentes son las más valiosas. Sin embargo, aún no sabemos cuáles de sus propiedades son beneficiosas para nuestra salud y qué función importante desempeña en nuestro organismo. Los expertos señalan en particular:
- la participación, junto con la vitamina D y el calcio, en los procesos responsables de la mineralización de huesos y dientes, por lo que es un elemento importante en la prevención de la osteoporosis;
- la regulación del funcionamiento del cerebro y otras partes del sistema nervioso, la correcta conducción de los impulsos nerviosos;
- participación en la formación de ácidos nucleicos, especialmente el DNA, y también es portador de la información genética transmitida;
- capacidad para mantener el equilibrio ácido-base normal del organismo;
- apoyo a la función normal de los riñones, el corazón y el sistema cardiovascular
- influencia en el desarrollo y la función del tejido muscular, los tejidos blandos y las mucosas
- participación en los procesos metabólicos de los hidratos de carbono y las grasas y en las reacciones destinadas a suministrar grandes cantidades de energía
- regulación del equilibrio hormonal del organismo
- mantenimiento de un valor normal del pH sanguíneo
- aceleración de la regeneración de tejidos dañados, cicatrización más rápida de heridas e irritaciones cutáneas;
- favorecer la eliminación de toxinas del organismo.
¿Cuáles son las causas y los síntomas de la carencia y el exceso de fósforo?
Para que el fósforo pueda cumplir sus funciones al 100% y beneficiar a la salud, debe suministrarse siempre en las dosis específicas mencionadas anteriormente. Hay que evitar tanto la carencia como el exceso de fósforo, ya que ambos pueden provocar complicaciones en la salud. Merece la pena averiguar cuáles son sus causas y síntomas, lo que ayudará a evitar cometer tales errores en el futuro.
Deficiencia de fósforo en el organismo
Lahipofosfatemia es el nombre profesional y científico de la deficiencia de fósforo en el organismo que se produce cuando su cantidad en el suero sanguíneo desciende por debajo de 0,9 mmol/L. Sin duda, merece la pena evitar esta afección que pone en peligro la salud y que tiene causas variadas, siendo las más comunes indicadas por los médicos
- una dieta inadecuada, mal equilibrada y compuesta por productos con muy poca cantidad de este elemento;
- el abuso del alcohol, que incluso lixivia el fósforo del organismo
- dolencias del aparato digestivo que pueden interferir en la absorción del fósforo, o diarreas o vómitos que provocan la eliminación del fósforo;
- trastornos renales que hacen que el fósforo se elimine por la orina
- Deficiencia concurrente de vitamina D;
- Tomar medicamentos que contengan carbonato cálcico u óxido de aluminio;
- tomar diuréticos;
- Cetoacidosis diabética;
- hiperparatiroidismo.
En muchos casos, las deficiencias de fósforo permanecen latentes, pero a veces se manifiestan mediante una serie de molestias que deben suscitar inmediatamente preocupación y la necesidad de realizar las investigaciones pertinentes. En caso de hipofosfatemia, cabe esperar los siguientes síntomas
- Debilitamiento del tejido muscular, que en casos extremos puede llevar a la rotura muscular, es decir, rabdomiólisis;
- dolor muscular intenso e hinchazón;
- dolor óseo;
- Alteraciones de la conciencia, alucinaciones y sensación de desorientación;
- Dificultades de movimiento, conocidas como marcha de pato;
- Problemas neurológicos como convulsiones, parestesias y parálisis;
- trastornos digestivos, náuseas, diarrea o vómitos.
Exceso de fósforo en el organismo
Ocurre conmás frecuencia, lleva el nombre científico de hiperfosfatemia y se habla de ella cuando la cantidad de fósforo en el suero sanguíneoes superior a 1,6 mmol/L. La situación es tan grave que sus efectos negativos afectan prácticamente a todo el organismo, y la causa del exceso de este elemento puede ser:
- el consumo de productos alimenticios con demasiado fósforo en su composición;
- uso incontrolado de complementos alimenticios que contengan este elemento;
- trastornos renales que dificultan, cuando no imposibilitan, la eliminación del exceso de fósforo en la orina
- abuso repetido de alcohol
- traumatismos que provoquen daños graves en los tejidos;
- hemólisis, es decir, descomposición de los glóbulos rojos;
- esfuerzo físico intenso;
- Diabetes no reconocida y no tratada;
- hipocalcemia, que es una deficiencia de calcio en el organismo.
Al igual que una carencia, un exceso de fósforo puede no producir inicialmente ningún síntoma perceptible. La situación tampoco es peligrosa cuando, al mismo tiempo, aportamos al organismo cantidades adecuadas de vitamina D. Sin embargo, todo depende de la magnitud de la carencia resultante; si ésta sigue aumentando, al cabo de cierto tiempo puede observarse
- debilitamiento de los huesos, en casos extremos reblandecimiento de los huesos;
- una mayor posibilidad de desarrollar osteoporosis y una mayor susceptibilidad de los huesos a las fracturas;
- deposición de depósitos de calcio en los tejidos;
- espasmos musculares dolorosos;
- taquicardia, es decir, aumento de la frecuencia cardiaca en reposo;
- presión arterial demasiado baja, o la llamada hipotensión;
- mayor riesgo de infarto de miocardio y otras enfermedades cardiovasculares;
- mayor probabilidad de daño cerebral;
- deterioro percibido de la función cognitiva;
- funcionamiento menos eficaz del sistema inmunitario, mayor susceptibilidad a diversas infecciones.
Fuentes:
- https://www.healthline.com/health/how-your-body-uses-phosphorus
- https://www.healthline.com/health/phosphorus-in-diet
- https://www.healthline.com/nutrition/foods-high-in-phosphorus
- https://www.healthline.com/health/phosphorus-deficiency
- https://www.webmd.com/vitamins-and-supplements/what-is-phosphorus
- https://www.webmd.com/diet/foods-high-in-phosphorus