¿Cómo se cuida el intestino para que funcione correctamente?
Uno de los órganos más importantes del cuerpo humano es sin duda el intestino, grueso y delgado, que forma parte esencial de nuestro aparato digestivo. Desempeñan muchas funciones importantes, sin las cuales, entre otras cosas, sería imposible una digestión adecuada y el funcionamiento del sistema excretor. Por ello, merece la pena saber cómo cuidar los intestinos para que funcionen durante mucho tiempo y sin trastornos de salud.
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¿Qué es el intestino delgado y cuál es su estructura?
El intestinohumano se divide en dos secciones, el intestino delgado y el intestino grueso, que tienen funciones diferentes pero una estructura similar. Primero presentaremos el intestino delgado, que es la parte más larga de nuestro sistema digestivo, alcanzando una longitud en un adulto de hasta 6-8 metros. Esto puede resultar cuando menos sorprendente, pero cabe fácilmente en la cavidad abdominal y está situado entre el intestino grueso y el estómago, y se compone de tres capas:
- membrana mucosa
- membrana muscular;
- peritoneo.
En la estructura del intestino delgado también se distinguen cuatro de sus secciones más importantes
- el píloro, que conecta el estómago con el duodeno y está formado por tejido muscular;
- el duodeno, que está conectado al estómago y es responsable, entre otras cosas, de la digestión de las proteínas, las grasas y los alimentos.el duodeno, que está conectado precisamente al estómago y es responsable, entre otras cosas, de la digestión de proteínas, grasas e hidratos de carbono con la ayuda de enzimas digestivas y permite la absorción de los nutrientes que aportamos al organismo con los alimentos;
- el yeyuno, de 2 a 5 metros de longitud, donde tienen lugar los procesos digestivos propios más importantes y los nutrientes son absorbidos por las vellosidades intestinales;
- el íleon, normalmente de 1,5 metros de longitud, donde tiene lugar la digestión final y la absorción y asimilación de nutrientes, pasando al intestino grueso.
¿Qué es el intestino grueso y de qué componentes está formado?
El intestino grueso está conectado al intestino delgado por un lado y al recto por el otro, y también es mucho más corto, entre 1,3 y 1,5 metros de largo. Una de sus características es también su ubicación, si observamos una imagen del aparato digestivo humano, enseguida nos damos cuenta de que la cavidad abdominal está rodeada por él. Al igual que el intestino delgado, el intestino grueso también consta de varias secciones:
- el ciego, también conocido como ciego, de él sale el apéndice, completamente redundante, y en él entran los alimentos parcialmente digeridos procedentes del intestino delgado;
- el colon ascendente, que mide 23 cm;
- la flexura hepática, como su nombre indica, situada justo debajo de este importante órgano;
- el colon transverso, situado en la parte superior del abdomen y que discurre en diagonal;
- la flexura esplénica, situada justo debajo del bazo;
- el colon rectosigmoide, que ya se dirige hacia el recto y sólo mide 5 cm;
- el recto, la última sección mide de 15 a 20 cm y está conectada con el canal anal.
¿Qué funciones desempeñan los intestinos en el cuerpo humano?
Como puede ver, la estructura de los intestinos delgado y grueso es bastante compleja, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta las diversas funciones que desempeñan en el cuerpo humano. Forman una parte esencial de nuestro tubo digestivo y sus funciones pueden dividirse según el tipo de intestino:
Intestino delgado:
- en él entran los alimentos mezclados con los ácidos del estómago;
- en él comienza el proceso de digestión propiamente dicho;
- además, se segregan enzimas digestivas que descomponen las partículas de alimentos en pequeños componentes;
- es aquí donde se absorben los nutrientes, que luego llegan al torrente sanguíneo y al sistema linfático;
- es responsable de la producción de hormonas que determinan el curso adecuado de los procesos digestivos;
- facilita la absorción del agua que también se aporta con los alimentos.
Intestino grueso:
- lleva a cabo procesos metabólicos activados por bacterias intestinales, principalmente bacterias anaerobias de la familia Bacteroides fragilis y bacterias aerobias como Escherichia coli;
- también extrae agua y sal del contenido intestinal;
- procesa además los residuos de alimentos no digeridos hasta entonces;
- en él tiene lugar la producción de heces, que suben hasta el recto y luego se excretan por el ano.
Los intestinos también realizan movimientos en forma de gusano, denominados peristaltismo, cuyo curso depende de la presencia de varias hormonas importantes. Aumentan simultáneamente bajo la influencia de otros factores, por ejemplo, el nerviosismo, que puede acabar en diarrea, y lo contrario ocurre bajo la influencia de un estrés fuerte y prolongado, causa frecuente de estreñimiento doloroso.
Sin embargo, un peristaltismo adecuado es un proceso esencial para el buen funcionamiento del aparato digestivo; sin él, sería imposible desplazar los alimentos ingeridos y digeridos a lo largo de todo el intestino, desde el píloro hasta el ano.
¿Cuáles son las dolencias intestinales más frecuentes?
Cualquier trastorno de los intestinos, ya sea delgado o grueso, no puede ignorarse, hay que tomar inmediatamente las medidas adecuadas, y los riesgos para la salud están por encima de todo:
- trastornos digestivos, náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento;
- movimientos intestinales irregulares;
- dolores abdominales de intensidad variable
- síndrome del intestino irritable;
- SIBO, o síndrome de sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado;
- enfermedad celíaca, una reacción inflamatoria causada por la intolerancia al gluten;
- enfermedad inflamatoria intestinal de naturaleza infecciosa, causada más comúnmente por bacterias Escherichia coli y Salmonella, y hongos Candida albicans;
- enfermedades de naturaleza parasitaria, causadas sobre todo por tenias o ascárides humanas;
- divertículos y pólipos del intestino grueso;
- cáncer colorrectal.
¿Cómo puedo cuidar mi salud intestinal?
Sin los procesos digestivos que tienen lugar en los intest inos , apenas podríamos funcionar, por lo que es importante cuidarlos adecuadamente para evitar posibles enfermedades que repercutan negativamente al mismo tiempo en otros aspectos de la salud. La base para mantener la salud intestinal es cuidar la llamada microflora intestinal, responsable de las funciones mencionadas.
En ella influyen una serie de factores que dependen directamente de nuestro estilo de vida, sobre todo de nuestra alimentación. Si queremos disfrutar de unos intestinos sanos y que funcionen correctamente, debemos tener en cuenta:
La dieta intestinal
Una dieta adecuada, tal y como recomiendan médicos y nutricionistas, es el primer aspecto para cuidar los intestinos y el resto del aparato digestivo, de manera que también se puedan evitar el sobrepeso y la obesidad. Por lo tanto, las personas que se quejan de cualquier problema con sus intestinos deben poner en práctica inmediatamente una dieta intestinal, que al mismo tiempo tiene un efecto positivo en su salud en general.
Para muchas personas, la dieta intestinal supone un cambio radical y casi completo de sus hábitos alimentarios anteriores, pero los expertos afirman invariablemente que realmente merece la pena. Se trata ante todo de una dieta baja en grasas y de fácil digestión, con una selección de productos especialmente beneficiosos para la función intestinal, por lo que es esencial eliminar del menú diario
- las comidas rápidas y los alimentos muy procesados;
- las legumbres, las judías y los guisantes;
- ciertas verduras que pueden provocar hinchazón, como la col;
- productos integrales, como el pan integral, pero recuerda mantener la cantidad adecuada de fibra en tu dieta
- embutidos y carnes grasas;
- productos lácteos grasos, queso amarillo y especialmente queso fundido;
- exceso de azúcar, dulces, bebidas gaseosas, zumos de frutas con azúcar fructosa-glucosa;
- alimentos fritos;
- alcohol, té negro y café.
Todos estos productos perjudiciales para el intestino deben sustituirse:
- el pan elaborado con harina de trigo
- productos lácteos y leche descremada;
- carne magra y embutidos;
- agua mineral e infusiones de hierbas;
- especias con propiedades medicinales.
Actividad física
Se necesitan diversas formas de actividad física para mantener un peristaltismo intestinal adecuado, estimular los intestinos para que trabajen más activamente y mejorar el flujo sanguíneo, lo que acelerará considerablemente los procesos digestivos. No es necesario practicar un deporte de inmediato, basta con caminar una hora al día para hacer verdaderas maravillas, al tiempo que se contribuye a mantener un peso corporal saludable.
Al mismo tiempo, el ejercicio previene el doloroso estreñimiento, ayuda a controlar el apetito y evita muchos trastornos digestivos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un exceso de ejercicio puede ser contraproducente y provocar trastornos gastrointestinales.Trastornos gastrointestinales, daños en el revestimiento intestinal y desarrollo de cuadros inflamatorios peligrosos.
Evitar las situaciones estresantes
El estrés prolongado es uno de los factores que afectan negativamente al funcionamiento de los intestinos y de todo el aparato digestivo. Entre otras cosas, provoca fuertes dolores y contribuye al desarrollo de muchas enfermedades, incluido el síndrome del intestino irritable o la enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente molestos y difíciles de tratar. También se producen otros síntomas
- diarrea, a menudo sanguinolenta, o estreñimiento;
- vómitos, calambres y dolores abdominales;
- problemas digestivos debidos a la alteración de la microflora intestinal;
- pérdida de apetito, o lo contrario, sensación constante de hambre y picoteo entre comidas;
- sensación de debilidad general y pérdida de peso;
- problemas de sueño que pueden desembocar en insomnio.
Beber la cantidad adecuada de agua
Para que nuestros intestinos realicen todas las funciones mencionadas anteriormente, es esencial beber cantidades adecuadas de líquidos, al menos 2 litros al día. El agua y otros líquidos indicados protegen al organismo de los efectos de la deshidratación, cuando los líquidos residuales se almacenan precisamente en los intestinos, a expensas de otras partes del cuerpo. Al mismo tiempo, su ausencia puede provocar la acumulación de cantidades excesivas de toxinas perjudiciales para la salud y la retención de heces, cuya excreción se hace mucho más difícil y muy dolorosa.
El uso de tratamientos a base de plantas
Por lo general, todas las dolencias intestinales se alivian con la ayuda de productos farmacéuticos que, además de por su eficacia, también se caracterizan por los efectos secundarios que pueden provocar. Una buena forma de hacer frente a las dolencias descritas anteriormente es a través de la fitoterapia, el uso de hierbas y plantas con probadas propiedades curativas, y las más utilizadas para este fin son:
- hinojo, estimulando la secreción de jugos gástricos, regulando eficazmente el ritmo de las deposiciones, eliminando el estreñimiento y favoreciendo el peristaltismo intestinal;
- la menta, que alivia los síntomas de la indigestión, relaja los músculos lisos y mejora la digestión
- comino, utilizado en casos de náuseas, acidez, flatulencia, estreñimiento y diarrea, regulando la producción de bilis y jugos gástricos;
- salvia sclarea, eficaz contra los efectos de comer en exceso, con efecto diastólico y analgésico;
- la manzanilla, que relaja la musculatura lisa del intestino y ayuda a tratar la indigestión
- diente de león, que ayuda a limpiar los intestinos de toxinas y residuos metabólicos, regula los movimientos intestinales y favorece la microflora intestinal.
Fuentes:
- https://www.healthline.com/health/digestive-health/how-long-are-your-intestines
- https://www.healthline.com/human-body-maps/small-intestine#1
- https://www.healthline.com/health-news/a-common-antidepressant-may-also-help-relieve-ibs-symptoms