Cómo reducir el apetito: métodos probados y eficaces
Una de las causas más comunes del sobrepeso, que a veces llega a la obesidad mórbida, es el apetito excesivo, una sensación de hambre constante, a veces casi incontrolable. La consecuencia de este estado de cosas es un gran aumento de peso, y lo más importante en un momento así es diagnosticar adecuadamente nuestro picoteo, que puede incluso indicar una condición médica grave. Por lo tanto, no puede prescindir de visitar al menos a un dietista, y a veces incluso a un médico, que suele ordenar un examen exhaustivo.
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Apetito o hambre: ¿qué es lo que realmente nos aflige?
Para la mayoría de nosotros las palabras apetito y hambre son idénticas y no solemos darnos cuenta de las importantes diferencias que existen entre ellas, del hecho de que en realidad son dos estados diametralmente opuestos de nuestro organismo. El hambre, también conocido como antojo, se produce cuando nos faltan nutrientes importantes, principalmente hidratos de carbono, proteínas y grasas que aportan energía, pero cuando los suministramos en la cantidad necesaria, esta sensación pasa casi inmediatamente. Es relativamente fácil notar sus síntomas, siendo los más característicos:
- la ausencia de la necesidad de su gratificación inmediata, aunque puede durar horas o, en casos extremos, días;
- una acumulación gradual;
- Síntomas físicos perceptibles, sensación de «succión» en el estómago, dolor en la zona abdominal, sensación de inquietud e irritabilidad.
El apetito, por otra parte, puede describirse con seguridad como un antojo, que a menudo está causado por el estado de la psique, y aparece, por ejemplo, en momentos de nerviosismo o bajo la influencia de un fuerte estrés. La mayoría de las veces se traduce en un picoteo incontrolado o incluso en una alimentación compulsiva, es decir, en una compulsión interna a comer grandes cantidades de comida, que por desgracia es la forma más fácil de ganar peso rápidamente, incluso una obesidad patológica extrema. Aquí, los síntomas son completamente diferentes:
- falta de sensación de saciedad incluso después de haber ingerido una comida excepcionalmente abundante y rica en calorías;
- Sensación constante de hambre, que aparece repentinamente, por ejemplo, bajo la influencia de estímulos olfativos y no desaparece hasta que comemos algo;
- sentir un fuerte sentimiento de culpa inmediatamente después de comer.
Comer en exceso: consecuencias para la salud
Sea cual sea la causa de nuestro picoteo, simplemente el hambre o el apetito incontrolado, ambas condiciones, cuando no se controlan, tienen graves consecuencias para la salud. Contrariamente a las apariencias, no es sólo el aumento de la capa de grasa en el vientre o las caderas, sino que todo el cuerpo se verá afectado negativamente por el aumento de peso. Lo primero que debemos hacer es diagnosticar adecuadamente la causa, que, como he mencionado, puede residir en condiciones médicas no diagnosticadas, y el cuerpo nos da señales de advertencia precisamente de esa manera específica. Puede haber muchas razones por las que tenemos este proverbial apetito voraz, y vale la pena prestarle atención, entre otras:
- losniveles de glucosa en sangre y las enfermedades relacionadas, como la diabetes. La deficiencia de insulina provoca un flujo inadecuado de glucosa a las células, que están desnutridas y se manifiestan con una sensación de hambre en constante aumento;
- los niveles de hormonas como la leptina, segregada por las células grasas, informando así al sistema nervioso de nuestro peso corporal. Una deficiencia de leptina es inmediatamente malinterpretada como una sensación de hambre, proporcionando un incentivo para el aumento de la alimentación;
- enfermedad tiroidea, especialmente el hipotiroidismo, que provoca graves problemas metabólicos. En tal situación, simplemente sentimos un hambre constante, y al satisfacerla, conducimos a un aumento de la obesidad;
- descansar adecuadamente, especialmente la cantidad de sueño diaria recomendada. La falta continua de sueño o incluso el insomnio también perturban la secreción adecuada de las hormonas responsables del apetito y la sensación de saciedad;
- parásitos, que se encuentran con mayor frecuencia en el sistema digestivo, se alimentan principalmente de carbohidratos y provocan una mayor necesidad de dulces.
Cómo reducir el apetito – métodos caseros probados
La aparición de cualquiera de los síntomas anteriores debe obligarnos a actuar de inmediato, y lo primero es aplicar métodos caseros de probada eficacia, gracias a los cuales conseguiremos controlar rápidamente el picoteo incontrolable:
Lo más importante es hacer descansos regulares entre las comidas, al menos de 4 a 5 horas, que deben respetarse estrictamente. Comer a esos intervalos evitará la aparición de un hambre fuerte, que puede llevar a comer en exceso una comida pesada e indigesta. Coma pequeñas cantidades, masticando cuidadosamente cada bocado, y elimine de su dieta no sólo lo que es poco saludable y tiene muchas calorías, sino también las especias picantes y el exceso de sal, que aumentan considerablemente el apetito. En lugar de nata grasa, es mejor utilizar yogur ligero, renunciar a las carnes fritas y sustituir las rojas por las de ave. Otros productos que aumentan el apetito son los dulces, pasteles o caramelos, que sólo aportan calorías vacías y sin valor. También es aconsejable beber mucho líquido, incluyendo agua mineral clara sin gas, que también llena el estómago y al mismo tiempo elimina las toxinas peligrosas; otra cosa que hay que recordar es el desayuno, una comida que nos da energía para la mayor parte del día, pero que a menudo se descuida por falta de tiempo. Tomar una comida nutritiva y equilibrada por la mañana, con la cantidad adecuada de hidratos de carbono, proteínas y grasas, contribuirá a mejorar el control del peso y a reducir el riesgo de picar a lo largo del día, aportando al organismo valiosos nutrientes, entre los que destacan la fibra alimentaria, las proteínas y el cromo. La fibra dietética es un relleno estomacal ideal, que hincha y hace que te sientas lleno durante muchas horas. Además, tiene un efecto positivo sobre el metabolismo, acelerando y facilitando la digestión, y se absorbe más fácilmente en la fruta, las verduras y algunos productos de cereales, salvado o avena. Las proteínas, especialmente las contenidas en los huevos, los productos lácteos y la carne, ayudan a quemar el tejido graso y dan sensación de saciedad, y el cromo mejora todos los procesos metabólicos del organismo, regulando el metabolismo de los lípidos y los hidratos de carbono.
Cómo reducir el apetito – suplementos dietéticos
Una buena solución para reducir el apetito y, al mismo tiempo, deshacerse del exceso de peso, son los modernos suplementos dietéticos, utilizados en las dietas de adelgazamiento, a base de ingredientes vegetales naturales. Son muy eficaces gracias a sustancias como el extracto de té verde, los arándanos acai o goji, el guaraná, la pimienta negra, la cafeína o el popular yerba mate. Todos ellos aceleran el metabolismo, alivian los trastornos digestivos, limpian a fondo el organismo de toxinas y, sobre todo, reducen el apetito. La elección que hagamos dependerá de nuestras preferencias individuales, pero sin duda sentiremos sus efectos sobre la salud.